GOFIO

Hay muchos restaurantes de cocina regional en toda España con parecidos planteamientos: recetas locales, preparaciones tradicionales, cartas de vinos clásicas … también hay restaurantes que, aunque se conocen como regionales, tienen una oferta mucho más amplia con algún toque localista, y también encontramos a grandes cocineros que elaboran algunos platos de cocina regional. Por eso, cuando alguien dice que “hay un restaurante canario muy bueno en el Barrio de las Letras” uno no se imagina que lo que va a encontrar es algo radicalmente distinto.

Gofio es cocina canaria

desarrollada por un cocinero canario que le da su propia interpretación. Gofio son vinos canarios (y solo vinos canarios) que ofrece un sumiller con un conocimiento enciclopédico de las variedades de uva y de las bodegas canarias. Gofio es un servicio de sala (que funciona como un reloj) fundamentalmente compuesto por personas canarias. Y cuando todo esto se mezcla y se sazona con unas buenas dosis de creatividad y talento el resultado es sobresaliente.

Safe Cruz junto a Aída Gonzalez y Alberto Martín dieron el salto a Madrid abriendo un pequeño local en el barrio de Argüelles del que, en 2015, se mudaron a su localización actual. En este tiempo, Safe no para de estudiar desarrollando una línea absolutamente propia con buenas dosis de creatividad y una técnica impecable y los resultados se ven perfectamente reflejados en su cocina.

Gofio es un proyecto sin compromisos

Empecemos por decir que Gofio es un proyecto sin compromisos pero muy realista; todos los platos tienen una base canaria muy definida, todos los vinos provienen de Canarias pero el producto, aunque intenten dar protagonismo al procedente de las islas, lo buscan donde mejor se lo puedan ofrecer.

A partir de aquí, cada visita a Gofio puede ser una experiencia distinta aunque, como denominador común, se podría destacar la perfecta integración de todos los productos presentes en cada bocado.

Solo se puede comer de menú (les recomendamos el más largo llamado “Canariedad Máxima”) y los platos pueden cambiar de una visita a otra en función de producto y temporada. Entre los platos que se mantienen de forma regular, la “trucha” de conejo con salmorejo (en lugar de la clásica “trucha” canaria que es una empanadilla dulce, en Gofio son empanadillas saladas a las que inyectan salmorejo) o las croquetas de pollo son dos preparaciones que no pueden dejar de probar.

Entradas que se comen de un bocado

El menú empieza con un recorrido por entradas que se comen de un bocado y de los que, este gato, podría repetir una y otra vez. La ya comentada “trucha” de conejo, el bocadillo de pata con queso o la arepa-gofio de vaca son un buen ejemplo de estas entradas que son platos perfectamente ejecutados y que se pueden comer de una vez. Mención aparte para la papa negra arrugada (arrugada, que no “arrugá”) en jugo de marisco con un perfecto mojo rojo.

En una oferta como la de Gofio es complicado hablar de platos principales porque tanta entidad tienen las entradas como el resto de platos, pero es de destacar el trato que dan a  pescados y mariscos. El cherne, los chocos (acompañados por un berberecho XXL) o la gamba roja son un buen ejemplo de la creatividad de Safe.

Todo esto acompañado de buenos postres como la lecha asada con miel de palma, haba tonka e hinojo configuran una propuesta culinaria francamente interesante y que funciona muy bien.

Los vinos son un capítulo aparte. Alberto Martín ha conseguido disponer de más de 70 referencias de vinos canarios (de momento solo ofrecen vinos de las islas) entre las que se pueden encontrar auténticas curiosidades hechas con uvas que pocos aficionados (y profesionales) conocen. Ponerse en sus manos es casi una obligación si se quiere disfrutar a fondo de todo lo que atesora en la bodega.

En resumen, un restaurante original, con una oferta completamente diferencial que permite conocer una cocina canaria actual con grandes dosis de creatividad y donde se come francamente bien y se bebe a la altura.