Epeleta

Tradición inalterada

Epeleta es el restaurante que montó Paco Ansorena junto a su mujer Laura Lizarralde cuando en 1970 dejó el mundo de la pelota, y lo que perdieron los aficionados a los frontones lo ganaron todos los aficionados a la buena mesa. Al cabo de unos años, al abrirse la autopista de Pamplona a San Sebastián, Epeleta se mudó a Lekunberri (hace ya más de 20 años) estableciéndose en un antiguo pajar que fue completamente remozado para construir el acogedor caserío que actualmente ocupa el restaurante.

Desgraciadamente Paco Ansorena nos dejó hace un tiempo, pero Epeleta sigue en activo y sigue siendo uno de los mejores asadores para disfrutar de un producto excepcional tratando con auténtica maestría.

La familia continúa al frente del negocio y al buen hacer de Laura en la sala le acompaña el estupendo trabajo de sus dos hijas, Amalur y Oihane. Lo cierto es que se mantiene perfectamente tanto la calidad del producto como el talento a la hora de tratar las brasas.

La chuleta es de vaca rubia gallega con no más de tres semanas de maduración (dependiendo de la pieza) y siempre de animales con unos cuantos años. Es una carne tierna con un gran sabor y la técnica de la parrillera la convierte en una de las mejores chuletas que se pueden llegar a comer. La pieza sale de la cámara 24 horas antes y se asa en una parrilla inclinada y muy cerca del carbón, con lo que se consigue una costra marcada y una buena impregnación del aroma de la brasa. El resultado es una chuleta perfecta de punto y temperatura y con un sabor y textura extraordinarios.

La misma brasa sirve para tratar unos pescados de primer nivel; además de los tradicionales rodaballos, lenguados o besugos no dejen de probar el bacalao o la merluza si la tienen el día de su visita con los que obtienen el mismo nivel de excelencia.

Para acompañar a la carne resulta perfecta una ensalada que demuestra que cuando la lechuga es buena no necesita mucha más compañía.

Para empezar, una chistorra imprescindible, verduras de temporada, un gran revuelto de hongos, un buen foie casero y unas alubias de repetir y repetir y para terminar una buena selección de postres tradicionales como la leche frita, la cuajada o la pantxineta, una buena tarta de queso y una excelente tarta fina de manzana junto a helados y sorbetes.

Carta de vino suficiente para la oferta con referencias tradicionales a precios que, sin ser especialmente baratos, tampoco resultan demasiado excesivos.

La verdad es que sitios como Epeleta son muy fáciles de recomendar; juntan a un excepcional producto una técnica impecable y un trato cercano y cordial. No lo duden, una visita que siempre les merecerá la pena.

Aralar Kalea, s/n,
31870 Lekunberri
Navarra
Tfno: 948 50 43 57

http://www.asadorepeleta.com/

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By | 2019-05-30T19:54:20+00:00 mayo 17, 2019|