LERA

El mejor oasis de Castilla

En una ubicación remota, en medio de los Campos de Castilla de Machado, se esconde este mesón del siglo XX, ubicación que no es obstáculo para disfrutar de uno de los restaurantes más interesantes y con más recorrido del panorama nacional

Castroverde de Campos es un pequeño pueblo equidistante entre León y Valladolid, con poco poder de atracción turístico (al menos nosotros no hemos sido capaces de encontrarlo). Tampoco está próximo a ninguna zona de tránsito que provoque, aunque sea por casualidad, atravesar sus calles. Con esos mimbres dos tipos muy listos, Cecilio Lera y actualmente su hijo Luis, han ido trabajándose uno de los restaurantes más interesantes del panorama nacional. Sin exagerar.

Reconozco que tengo mi admiración por aquellos cocineros que añaden un plus de dificultad al hecho de triunfar con un restaurante, escogiendo ubicaciones remotas e imposibles que seguramente por motivos sentimentales o herencias familiares suponen más un palo en las ruedas que un estímulo para el éxito de sus proyectos. Sin embargo, el talento, la paciencia y niveles estratosféricos de resiliencia hacen que hoy admiremos El Bohio de Pepe Rodríguez, Casa Marcial de Nacho Manzano o el Asador Etxbarri sin ir más lejos.

Afortunadamente, Luis Lera se ha propuesto facilitar mucho la tarea del avezado gastrónomo, montando un pequeño hotel y así invitar casi por necesidad a majestuosos dobletes (o tripletes) en su casa. Desafortunadamente no fue nuestro caso, ya que aprovechamos un lunes cualquiera (tomen nota si se plantean una excursión ida y vuelta en el día) para dejarnos caer por allí. Inicialmente vacío, el comedor fue poco a poco llenándose de parroquianos locales que perseguían el guiso del día (judías con perdiz) y otros tantos clientes que habían exprimido al máximo las posibilidades de su GPS con el fin de sentarse y disfrutar de tantos platos como sus estómagos soportasen.

No esperen florituras ni moderneces innecesarias. Aquí se viene a disfrutar de la caza, los escabeches, las setas y las legumbres. Ni más ni menos. Láncense al menú degustación, a un precio de derribo (58€) y amplíenlo a discreción. Nosotros lo hicimos, aunque tímidamente y pudimos tomar unos boletus tersos, recién recolectados, en crudo con unas lascas de foie rallado. Tremendo producto. Como igualmente tremendas eran unas colmenillas guisadas en un fondo de carne de esos que no se improvisan y muestran el nivel de cocina. Si no es época de becada, no pasa nada, se toma en escabeche. Insuperable. Desfilaron después, sin altibajo alguno, esas judías con perdiz a las que antes me refería, un sobresaliente guiso de castañuelas…hasta llegar a uno de los platos icónicos de la casa; el pichón de Tierra de Campos, guisado entero, para comer con fruición con las manos. Es tal el nivel del plato que, ocasionalmente, lo hemos podido tomar en nuestra admirada Tasquita o en Desencaja, pero el original siempre será el original. Tras el festín salado, una versión revisada de las fresas con nata como postre que siempre quedará oculto por el nivel del menú que habíamos tenido ocasión de tomar.

Carta de vinos correcta aunque si pueden, acuerden llevar por su cuenta algunas botellas excepcionales, algo a lo que no se negará ni Luis ni el amabilísimo personal de sala que hacen que la experiencia sea redonda y Lera se convierta, sin duda, en uno los restaurantes preferidos de los Gastrogatos.

Calle de los Conquistadores Zamoranos, s/n,
Castroverde de Campos
49110 Zamora
Tfno: 980 66 46 53
https://www.restaurantelera.es/

Valoración global

Ultimas entradas

Buscar por etiquetas

By | 2018-12-16T08:27:46+00:00 junio 15, 2018|