Asturianos

El reino de Doña Julia

Más de cincuenta años de magisterio en una gran cocina disfrazada de sencillez

Hay que empezar por reconocer la debilidad de este gato por Asturianos y por todo lo que representa. Tengo debilidad por su comida, tengo debilidad por su extraordinaria oferta de vinos, tengo pasión por su historia pero, por encima de todo, tengo una debilidad especial por Doña Julia, el alma de Asturianos y la mejor representante de un concepto que, llámenlo “tasca ilustrada” o casa de comidas, ha marcado durante décadas la oferta gastronómica de Madrid y que, desgraciadamente, poco a poco, se va perdiendo.

Hace un siglo que abrió Asturianos y, más de la mitad de ese tiempo lo ha pasado Julia Bombín (Doña Julia) al frente de los fogones, manteniendo una oferta de una aparente sencillez y de una calidad inalterable. Pero no se confundan, la aparente sencillez de los platos no esconde la magnífica mano para la cocina que tiene Doña Julia. Desde que en los años sesenta ella y su marido Belarmino Fernandez se hicieron cargo de lo que, por aquél entonces, era el lugar favorito de encuentro de los serenos de Madrid, Doña Julia se ha ganado el cariño de todos sus clientes y el reconocimiento de todos los aficionados a la buena mesa, reconocimiento que se ha plasmado en el premio que le otorgó la revista Metrópoli en 2012 o en el que recibió de la Academia Madrileña de Gastronomía en el año 2017.

Pero vayamos por partes. A Asturianos se va a comer y a beber bien sin más complicaciones. Pueden ir sin problemas a tomar el menú del día como hacen muchos de los comensales fijos que tiene la casa, pero mi recomendación sería el que se junten tres o cuatro y vayan tempranito con ganas de pasarlo bien. Para empezar, no duden en pedir cecina, unas espléndidas sardinas marinadas en vinagre de sidra (y unas anchoas), una riquísima ensalada de bacalao con tomate o unos sencillos berberechos.

Una vez acabado el aperitivo hay que empezar con la cuchara, uno de los grandes activos de Asturianos. Por supuesto siempre se acierta con la fabada, pero las fabes las pueden tomar de cualquier forma y siempre mantienen el mismo nivel de calidad, si hay verdinas no las perdonen, probablemente son las mejores de Madrid. A estas alturas ya entenderán por qué Doña Julia es venerada por todos los grandes cocineros que pasan por aquí con ganas de disfrutar de platos de toda la vida, pero todavía les quedan un par de estaciones por disfrutar.

El morcillo y la carrillera han sido platos que, tradicionalmente, se encontraban en todas las casas de comida de Madrid; son carnes sencillas donde la mano del cocinero lo es todo y, Doña Julia, es la mejor cocinera para este tipo de guisos. Aquí el morcillo alcanza tal punto de melosidad que se puede comer sin cuchillo y se acompaña, como debe ser, de unas buenas patatas fritas (y no dejen de pedir el pan) y, si prefieren algo más ligero, el escalope cumplirá con sus expectativas; eso sí bajo ningún concepto pidan cachopo, plato completamente prohibido en Asturianos. Después de este festival, resulta indispensable el pedir el flan de queso y ya me dirán si lo han probado mejor en cualquier otro lugar.

Pero además, en Asturianos, la comida se acompaña de una impresionante oferta de vinos. Los hijos de Doña Julia, Alberto y Belarmino Fernandez, son apasionados del vino y, además de tener su propia bodega (Canopy), les pueden ofrecer referencias que difícilmente encontrarán en otro lugar. Desde los vinos del Equipo Navazos hasta grandes vinos portugueses, pasando por la mejores referencias españolas y francesas, en Asturianos la bebida es un festival en sí mismo.

Para este gato, la visita a Asturianos cada cierto tiempo, encontrar a Doña Julia en el comedor y charlar un rato con ella y con Alberto, siempre resulta una experiencia gratificante.

Asturianos
Calle Vallehermoso, 94.
28003 Madrid.
Tfno: 915 33 59 47.
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By | 2018-12-16T08:28:37+00:00 junio 8, 2018|