Barcelona, agosto de 2017

Es esta una página de gastronomía, y a ello nos queremos ceñir. Pero son unos días en que todos nos sentimos muy unidos a Barcelona, la hemos sentido nuestra y justo es rendirle homenaje

Es esta una página de gastronomía, y a ello nos queremos ceñir. Pero son unos días en que todos nos sentimos muy unidos a Barcelona, la hemos sentido nuestra, carne de nuestra carne, y justo es rendirle un homenaje merecido también desde aquí. ¡Viva Barcelona!

Nos gusta Barcelona, nos gustan sus barrios y su gastronomía. Nos gustan sus bares, su oferta de bocadillos matutinos, esos entrepans que reconfortan y preparan para la jornada, imaginativos, sabrosos y con su indispensable pan tumaca.

Nos gusta tomar una bravas en el Bar Tomás, un pan con tomate en Casa Alfonso, o en su vecino, Lauria 2, donde encontrarán de las mejores flautas con tomate y jamón (o con lomo) de la ciudad, la Bodega d’en Rafel o el Cervantes, y esperamos la reapertura del indispensable bar Mutis y sus cócteles, ojala resuelvan sus problemas pronto.

Nos gustan las tapas de La Taverna del Clinic y su oferta gastronómica. Y la alta cocina (con esa sala tan cuidada) de Vía Véneto, en la que disfrutar de un buen pato a la prensa o de una buena trufa en temporada.

Nos gusta la herencia de los hermanos Adriá en “El Barri”. Desde La Vermoutería 1900, en su versión más informal (¡Oh!, el bocata de calamares, la carne gallega, el escabeche de turno..), a Tickets o Enigma, su última apertura en la que dejarse sorprender y recibir verdaderos impactos de sabor, creatividad y sorpresa. O sus incursiones en México y Perú con Niño Viejo y Patka. Y nos gusta su herencia. Ahí están Disfrutar, donde es obligatoria la visita y la revisita (una locura la capacidad de seducir y tentar de Mateu, Oriol y Edouard), Estimar, dónde Rafa Zafra pone lo mejor del mar en su mesa (y una tarta de queso obligatoria) o el genial desarrollo de Albert Raurich en su Dos Palillos o su Dos Prebots (unas barras en las que abandonarse al que vendrá).

Nos gusta la propuesta de los hermanos Iglesias (Rias de Galicia, Espai Kru –qué gran gozada y qué gran producto– y el resto de su oferta). Y nos gustan los cocineros de propuesta propia, personal, imaginativa y con raíces propias. Carles Abellán y Toni Romero en su Suculent (¡y en Tapas 24!), Jordi Vilá y su indispensable Alkimia, donde dejarse llevar a lo que a él le apetezca. El apetecible Granja Elena (40 años muy renovados) o el Hisop de Oriol Ivern. Nos encanta que Martín Berasategui haya hecho una estrellada incursión con Lasarte (¡qué grande Paolo Casagrande!).

Nos gustan las ricas propuestas de hotel, ahí están Moments de Carme Ruscalleda, Roca Moo de los imprescindibles hermanos Roca, el Dos Cielos de los también hermanos y televisivos Torres y el también televisivo Jordi Cruz en su Abac. O Enoteca donde Paco Pérez demuestra su hacer en el Hotel Arts o el Caelis del Palace, con Román Fornell a la cabeza.

No pierdan la mejor oferta japonesa en Koy Shunka de Hideki Matsuhisa o el más gamberro Shunka, el origen de todo, ni la china de Shanghái o su dim sum bar, el Mr. Kao. Y den un paseo a por unos canelones históricos de la mano de Carles Gaig, prueben los postres de Hofmann, pasen por Celeri o por Tresmacarrons…

Y los de toda la vida, lugares donde tomar un buen arroz o un plato de cocina de siempre, como Fonda España, Senyor Perellada, Freixa Tradició, el Suquet de L’Almirall, el Barceloneta de toda la vida, Ca L’Isidre (¡acudan en temporada de setas!) o el divertido Passadis del Pep.

Y el mejor homenaje que podemos hacer a esa grandísima ciudad, no dejen de desayunar en el Bar Pinotxo en el Mercado de la Boquería. Un lugar eterno en un mercado protagonista en nuestra querida Barcelona.

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By | 2018-06-28T21:01:46+00:00 agosto 25, 2017|